A pesar de los esfuerzos para combatir la violencia contra las mujeres, el problema persiste, reconoció la titular de la Secretaría de la Mujer del Gobierno del Estado, Violeta Pino Girón, quien consideró necesario “hacer un cambio cultural y modificar los patrones de comportamiento de hombres hacia las mujeres”.
Aseguró que para la erradicación de la violencia es necesaria la responsabilidad de la población masculina, y ahí es donde el gobierno del Estado genera este proceso, poniendo por delante el concepto de que no se trata de una guerra de sexos o de que las mujeres quieran mandar, sino de que las mujeres contribuyan a la construcción de una sociedad donde sean respetadas lo mismo que sus derechos.
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Señaló que, en materia de la política contra la violencia, se han hecho diferentes esfuerzos por parte de diferentes instituciones, sin embargo “el problema persiste, está presente”.
En este sentido reiteró que es necesario un cambio cultural y modificar los patrones de comportamiento de hombres hacia las mujeres, cambio que debe incluir a algunas instituciones, para lo cual se requieren de estrategias “profundas”, sostenible en el tiempo con la participación de todos, y no solamente la participación e inversión gubernamental.
“Necesitamos de las personas en lo individual, por eso también este gobierno, y de manera particular la Secretaría de la Mujer, está impulsando por primera vez un programa sobre masculinidades para transformar este modelo hegemónico que pone a las mujeres en mayores desventajas, o que a veces no les permitan que emprendan las iniciativas que quieran realizar para mejorar sus vidas”.
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Pino Girón insistió que es necesario trabajar con los hombres y no sólo con las mujeres, para que cambien y se sumen y asuman la responsabilidad que les toca.
Informó que actualmente la dependencia a su cargo trabaja en 45 municipios con el programa sobre masculinidades, para sensibilizar a la población masculina, incluidos jóvenes y adultos, para que sean parte de la igualdad entre mujeres y hombres y pueda disfrutar de los derechos que tienen reconocidos en la ley, “y no les cueste trabajo y todos los conflictos que les cuesta a las mujeres para poder tener un negocio, para participar de la vida pública”.