Hasta cuatro horas para obtener gasolina en Acapulco

A pesar de que Petróleos Mexicanos (Pemex) garantizó el abasto de gasolina y diesel en el puerto de Acapulco tras el paso del huracán Otis, la realidad es otra, hay escasez de combustible en el puerto y los que pueden llegar a obtener algunos litros, tienen que pasar horas esperando para poder llenar el tanque de su carro o algún bidón.

Pemex, en un comunicado, dio a conocer que está garantizado el abasto debido a que la terminal de almacenamiento tiene en existencia más de 23.6 millones de litros de combustibles, entre gasolina y diesel, que permitirán la autonomía de 18 días y se espera el arribo de un buque en los próximos días, sin embargo, la falta de energía eléctrica y la destrucción de las gasolineras complica la distribución del combustible, lo que ha ocasionado saqueos en los tanques de almacenamiento de las gasolineras.

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En la gasolinera de la avenida Escénica, frente a la base naval, infantes de la Secretaría de Marina (Semar), han tomado el control de la estación de servicio, organizando las filas y proporcionando seguridad en la gasolinera, para evitar saqueos como los ocurridos en estaciones de Pasó Limonero en la entrada del puerto de Acapulco. 

Haciendo filas de dos o tres horas, es lo que tiene que esperar los acapulqueños para poder llenar el tanque de combustible, o como el caso de Edgar Meneses, que ya es su segundo día de intento de llenar su tanque de gasolina. 

Narró que el viernes hizo fila en la gasolinera de la Diana, que a pesar de los daños está en funcionamiento, pero que no alcanzó gasolina, por lo que tuvo que irse e intentar otra vez llenar su tanque que ya solo tiene en la reserva.

Afirmó que hay saqueos de combustible y que ellos mismos la están vendiendo como huachicol, sin ninguna medida de seguridad, lo que podría terminar en una tragedia, por eso prefiere hacer fila, pues dice que es más seguro y si ya sobrevivió al paso de Otis, no piensa arriesgarse en un flamazo que pueda haber en una gasolinera donde está el huachicol.

Además, explicó que el transitar en Acapulco es complicado por la destrucción que hay en las calles, pues desde su casa hasta la gasolinera es un viaje de unos 10 minutos de manera normal, pero en esta ocasión se hizo una hora. Eso, sumado al tiempo de espera, hace que el obtener gasolina se convierta en un martirio de cuatro o más horas en el calor.  

La falta de combustible impide que familias de Acapulco se puedan trasladar a otros lados a comprar comida, agua o algún combustible para poder cocinar, ya que los centros comerciales fueron saqueados, llevándose todo lo que tenían a su paso y quienes no lo hicieron se enfrentan a la falta de comida y agua.

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Fotos: Jesús Garibay

Diario de Guerrero