“POR NO TENER UN SOPORTE, ME RETIRO DEL DEPORTE”

(Por: Juan Antonio Guevara Campillo –Nikita-)

No cabe la menor duda, que Nikita, hasta el último día de su vida, será genio y figura, como desde hace muchos años me dice mi gran amigo y médico de cabecera, el Dr. Enrique Medero Bustos, pues a lo largo de exactamente 50 años, ocho meses y 14 días, que llevo dentro de los medios informativos en todas sus modalidades y variantes, siempre he tenido la peculiaridad de tratar de ser diferente al resto de mis colegas y amigos, pues les confieso que siempre he tratado por todos los medios habidos y por haber, de tener un estilo único en mi forma de redactar, y he tenido que recurrir en muchas de las ocasiones, a hacerlo en verso, aunque me cuesta más esfuerzo, pero trato de pulirlo y hacerlo terso, porque en él estoy inmerso. Al correr del implacable tiempo, al correr de los años, y al correr de la vida misma, nuestro organismo va sufriendo muchos cambios, se va transformando uno, porque bien que recuerdo, que cuando yo era un niño -porque aunque no lo crean también fui niño alguna vez-, mi padre adoptivo don Moisés Guevara Villalba, en una de sus muchas enseñanzas claramente me dijo: “Mira toñito, tu piel es tersa, es fresca y lozana, tienes abundante pelo, y ni de chiste tienes alguna cana o arruga en tu inmaculada e incólume piel, y mírame a mí –me dijo-, estoy canoso, arrugado, rengo y con pelos en la oreja, que son sinónimo de vejez, yo ya viví y mucho, y estos son los resultados, por eso, trata de ser gente de bien, de prepararte para no ser del montón, y para que le heredes a tu esposa, hijos y nietos, un porvenir brillante y prometedor y te recuerden con cariño y respeto, porque el cariño y el respeto se gana, no lo regalan.

       No sé si se han dado cuenta estimadas y estimados lectores de Nikita, que en mis narrativas que hacía hace ya muchos años, en mis notas informativas, detallaba muy cuidadosamente la noticia que tenía que dar ustedes, pues mis maestros o guías dentro del mundo de la información, y en los cursos de redacción en los que participé, siempre me decían que informar no era nada fácil, ya que para tener credibilidad en lo que uno escribe, en lo que uno informa, debe uno en su quehacer periodístico, de documentarse muy bien, de hacer entrevistas, de tomar fotos, se tener la información verídica y real en tiempo y forma, porque nuestra misión, es “darle voz a los que no la tienen”, es estar presente en el lugar de los hechos, y es entonces, en que empiezan a creer en uno como informador. Por este motivo, les informo que desde hace ya como dos meses, me he abstenido de publicar mis acostumbradas notas deportivas, y no lo he hecho, en virtud de que como muchos de ustedes saben, tengo problemas motrices, mi rodilla derecha, está inservible, y esto ma ha obligado a dejar de asistir a los eventos deportivos más importantes en todas sus disciplinas y ramas, luego entonces, la ausencia de materia prima que es la información, no puede llegar, y he decidido retirarme del deporte, mientras no pueda desplazarme con toda libertad, y cubrir como se debe estos importantes eventos deportivos, porque yo no quiero ser un periodista de “oído”, un periodista de redes sociales, que únicamente tenga copiar lo que otros colegas informan, eso se me hace poco ético. Seguiré haciendo mis entrevistas o connotados deportistas y gente común de mi pueblo Chilpancingo, en pocas palabras, no quiero ser un remedo de periodista.

       Diario de Guerrero, y mi página de Facebook “Juan Antonio Guevara Campillo “Nikita”, seguirán siendo mi instrumento informativo, seguiré redactando en forma puntual desde mi despacho de Aldama No. 68 de la Col. Lomas de San Antonio, que se encuentra en la esquina que forma la calle de Ricardo Palmerín, a un costado de la Escuela Primara del Estado “Profr. Justo Sierra”, de esta ciudad Capital Chilpancingo, ahí los espero, para hacer las entrevistas y poder seguir informando día con día, del acontecer de Chilpancingo, Guerrero y México. Ya no podré caminar, ni correr, pero mientras el Todopoderoso me dé su anuencia, créanme que seguiré activo, pues mi cerebro gracias a Dios y a la Santísima Virgen de Guadalupe, mi cerebro y mis manos, me funcionan de maravilla y a la perfección, aún no tengo problemas de Demencia Senil y mucho menos de Alzheimer, ni de Parkinson, y eso me motiva a no claudicar, a seguir adelante hasta que Dios y la Santa Muerte así lo decidan. Cuando me retiré oficialmente de las canchas, allá en las tribunas de la Unidad Deportiva Chilpancingo, A.C. “Avispones” –cancha dos Municipal-, claramente dijo en mi intervención al micrófono lo siguiente: “Tantos años de bregar por este mundo, de estar siempre con un micrófono en la mano, hoy, se me hace un nudo en la garganta, hoy, se me hace difícil lo que yo pienso, y más que se encuentran presentes la más pequeña de mis hijas Olga Ivette, y mi niña preciosa Gretita, así como mi yerno Antonio, y todos ustedes mis verdaderos amigos, gracias de todo corazón”. Que puedo decir de los que me antecedieron en la palabra, que ya está dicho todo.

       Me aguanté lo más que pude, pero desgraciadamente se me rodaron unas cuántas lágrimas por la emoción, porque quiero demostrarme a mí mismo, que “Nikita”, es un hombre de carácter y que está hecho de otro material muy diferente. Yo dije, lo he dicho y lo repetiré hasta la “saciedad”, que Nikita ya no podrá bregar por las canchas, pero que el pensamiento es libre, el pensamiento es un ave que vuela y va por todas partes, y que en la actualidad, a través del anchuroso mundo del Internet y de las Redes Sociales, Nikita seguirá en contacto con todos ustedes, y quien quiera leer a Nikita, ya saben en dónde encontrarlo, en las páginas de “Diario de Guerrero”, y en su Página de Facebook “Juan Antonio Guevara Campillo “Nikita”. Muchas gracias, y que Dios los bendiga a todos ustedes. También quiero hacer este comentario: Cuando se es joven, cuando todos tenemos las suficientes energías para poder realizar al 100% nuestras actividades, cuando podemos disfrutar libremente de lo que hay en nuestro entorno, entonces tenemos infinidad de amigos, tenemos invitaciones a diestra y siniestra, tenemos la bendita suerte de caerles bien a todas y todos, y por ende, nos sentimos afortunados, la vida nos sonríe a más no poder, y por añadidura, esto nos hace sentir dichosos. Ya cuando llega la vejez, llega también el olvido, llegan las limitaciones, llega la soledad, y misteriosamente los que decían ser nuestros amigos, se empiezan a alejar, y se olvidan de ti, ya no te necesitan, es por eso, que de los 857 teléfonos que tenía guardados en la memoria de mi celular, los reduje a sólo 87, dejé los más necesarios y los que aún responden a mi llamado, porque: “Ausencia y olvido son lo mismo, y agradezco a los 87 amigos que respondieron mi llamada. Es todo. (Nikita).